sábado, 14 de mayo de 2022

CIERRE DEL BLOG PREMIO CONSUELO

Cierre del blog Premio Consuelo

 

(reloaded and revisited)

Rebonus truck and track

 

Buenos/Buenas:

 

Alienarse, listo y ya…

 

 

Llegó la hora de acabar con los secretos.

Develaré mi identidad en este universo

imaginario y cavernícola

en mi carácter de Jefa Espiritual de Redes.

Tendrás que saber quien soy,

qué cosas te demando en el futuro.

Líder Absoluta de la Revolución Planetaria

he sido denominada de mil modos

porque Aquel me ha llamado

a las revelaciones.

Maestra especialista de Andá Lucía.

Dueña de tartas de cereza,

"Ser esa" de Utopía,

demoras, moro y Tomás.

PeLuChe en extinción.

Supervisora Mayor del Cielo

de San Pedro Termo,

en el día de Todos los Santos,

por el amor de una mina argentina.

Provocadora de cambios climáticos.

Doctorada en tsunamis y terremotos.

Apasionada prominente de tortugas de Aquiles,

aquí les cuento,

y talones metafísicos.

La Pacha Mama.

Revisora de cuentas de Lucifer.

Angelfire de los caídos ángeles de Charly,

de Luzbel,

de guerreros retirados y mostrencos escandidos.

San Colmo de los síndromes de Estocolmo.

Paisana de los líderes masones,

de blasones, blusones, buzones

Y perdigones.

Animadora de fiestas infantiles en las que

Panam quiebra, y birla estribillos de

Peter Sellers para Best Sellers

de Peter Pan.

Pam pam pam.

Reina Maga de la Palabra Secreta.

Lu Bank de los gerentes,

de los rinocerontes

de los ri o-no-scópicos

y polizontes

de la Policía.

Boicoteadora oficial de marcianos,

marinos,

maridos enanos

con giraldas

y guirnaldas,

con jirones

y jirafas,

ele-mentales,

ele-monteros,

ele-montones

ele-fantiásicas,

ele-fantásticas

de ujieres,

ajuares,

mujeres juglares,

venciendo a los muchachos del fulbito,

que perdieron los partidos.

Robin Hood de los atrapados en serranías,

de malas compañías,

de tres tristes tigres

trigueños, porteños,

Jud Robin de Batman sin Batichicha,

chica,

Ni chicha, ni limón hada.

Mujer con megáfono.

Sor Juana Inés de la innegable

Cruz de las salchichas

que escribiera las nanas de la nona,

El cuento más largo y más corto del mundo,

sinfín con principios,

al mismo tiempo

en un solo acto de Retablo de duelos

de cajones desastre.

Encarnación bíblica.

Primera profeta de Ras Safari.

Conste en actas.

Mensajera de saludos a la triple Sex Radio Vaticano

de los Caros Vicios.

Viva el dogma, muera el dogma.

No se aceptan postulados falsos,

ni cheques rechazados.

Queda usted notificado.

 

Soy el bucle del conocimiento del conocimiento de los peluqueros.

En mi currículo ostento el raro privilegio de ser

la musa gratuita,

por ajena decisión de los miserables,

que andan a los tiros embolsando sus millones,

en mi nombre y sin indemnización alguna.

Vamos hacia una revoLUCIón Ética Y POE ética.

Las Musas también merecemos derechos de autor.

Aguardemos la recompensa del Sexto Sentido

en nuestra Odiseo del Despacio.

Que sería de la Creación sin nuestros Pasos Perdidos

de nenas enanas de Jardín de infantes,

que alimentan las gordas barrigas infladas con cerveza.

No seremos negr@s sino: la Morena.

Sé quien soy y lo vengo a declamar:

La última sultana: La Moraima.

Gotas de lluvia sobre ti.

Chamana pionera del Ejército de Salvación

de pobres y ausentes.

Gaitera Mayor de las Fiestas Urbanas.

La Luna de Avellaneda de los zapateros zapatistas.

Princesa de los heliotropos.

Gran Gata de los tejados inalámbricos.

La Caléndula Vargas de los indios Come-chingones.

La espiralada lengua de las mariposas

azules, seniles,

Lu /// in the sky of diamonds del Sargento Pepper.

La leyenda dorada del seibo.

Pre-candidata a la Nada Nacional y Popular.

Campeona interespecial de Mitos óxido orientales

occipitales occidentales.

Mesías holográfico del Nuevo Orden Mundialista y Cósmico.

Boxeadora de los malos vientos.

Me colgué todos los títulos del escenario cómico

Razón y motivo del S.E.T.I.

La guitarra sola de Clapton y Harrison,

la Lucy Gibson de 

Les Pauls

Decodificadora del Proyecto Blue Beam/

2001 de las 1001 noches del espacio

y

nadie se atreva a tocar a mi vieja,

Porque te speramo en la squina, te speramo…

lo muchacho de la Abasto

y basta.

Soy, ya ves

Comandante General del Mundo Entero

Y Papisa Universal de la Iglesia luciangélica

 

Tuitera campeona en vuelos rasantes,

cetrerías. y cruzamientos

por la república.

 

A saber:

Militante de la belleza de las sombras.

Outsider en el retablo.

Poeta aspaventera.

Plateada por la Luna.

Camaleona fatigada.

Mandolinera sin destino.

Cordera de Dios

Dragona

Lamed Vav Tzadikim del Hoy por Hoy

en la Luna de Valencia.

Gallinita Clueca

Distinguidora de varones

Recomendante

Emperatriz de los desconsolados

Descartada y descartable

 

Nadie sabe que...

¿Qué sabe nadie?

 

 

 

 

 

Vanitas vanitatum

  Vanitas vanitatum

 
Vanitas vanitatum et omnia vanitas. 
Eclesiastés.



Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores
.
Antoine de Saint-Exupery




El círculo de las vanidades es el centro del anverso
en la hoguera funeraria de los tropos del poeta.
Los descendientes de Erate queremos punzar el miasma,
extirpar la moral profanada por el pánico y la lujuria
insensata e insolente,
en una vivisección rigurosa,
trepanar los cráneos
del perverso crimen organizado;
con escalpelo, gubia o ganzúa,
con las llaves del infierno,
con bigote en desuso,
con riñones en la mano,
con registros barítonos
ansiamos lo imposible.
Queremos horadar al sonámbulo,
al anestesiado,
al cínico,
entrar en sus cabezas hueras
si no corre sangre en las arterias
de esos seres despreciables del damero,
ayuntados en coitos frenéticos,
mezquinos de mezquindad absoluta,
obstinadamente taimados,
tacaños de espíritu por definición de sombra.

El círculo de las vanidades no es pequeño
se expande cada día en un universo
que no se expande,
que gira y gira alrededor de un sol
que desconoce,
que han llamado Big Bang
que gira y gira a su vez,
alrededor de otros soles
u otros universos
que también desconoce el dogma del ateo;
espacios de dioses eternos, que juzgan o que juegan
y nos donan una libertad que los avaros cantan
por gusto del dinero esclavista
pero son incapaces de sentirla.
Alguna vez sabrán, estas comadres inopinadas
si es que no mueren
persistiendo en sus errores,
qué significa la idea de la palabra Dios;
cual es la velocidad de la luz,
que –les voy tirando un dato-
es redonda y se mide en cálculos pitagóricos.
Ni con esa pista
adivinarán lo que quiero explicarles.

No se esfuercen.
No diré más.
Es inútil perder el tiempo,
que en la realidad no existe,
con los miriápodos
de cien pies enlodados, sin alas en las anclas.

Hay poetas afeminadamente premiados
que firman algunos versos
como propios,
pequeños poemitas robados al azar
de aquí o de allá,
con ánimo de lucro.
Van por ahí jactándose de ser artistas malditos,
revolucionarios encapuchados,
rompe huesos de las reglas
engalanados con trencitas de oro.
No son malditos por ese menester.
¡Qué bah!
Son benditos del sistema mercantil
que los apaña.
Hijos de la desgracia que provocan
con su exquisita soberbia de elegidos.
Mancomunan
aplausos, medallas, abrazos,
y cobran mucho,
mucho,
lo que debiera darse gratis.
¿Es eso el Avangard* de la vanguardia?
¿Es esa la mística religiosa, 
persuasiva
que escogen para ser insectos?
Atestado está el planeta de repetidores del Dante.
Es hora de dejar las antiguallas perezosas
y marchar hacia el
Res non verba.

 


*avante-garde

Contraluces

Contraluces



Miles de miradas te escudriñan,

cuando está despierto el demonio

que habita en tu cuerpo

con su apariencia de ciervo penoso

y su piel de Belcebú avejentada.

Mil labios murmuran

porque tu corazón esconde

cualidad de guerrero medieval.



- De todo padeció- dicen.

- Es más sagaz que un lince- y te maldicen.

- Ella es su víctima- gruñen.

Te muestras tan impávido como intransigente.

Desproporcionadamente turbio

vives cerca de las nubes,

como en una película porno australiana,

cuando viajas cada noche

a iluminar mi habitación

con tu contracolor ruinoso

sin dispensa papal de santo matrimonio.



Flácido como eres,

apareces brutal y verdugo

asesino serial y demacrado,

que va paseando su esqueleto

desnudo y sibilino

en horarios impropios de la madrugada,

entre sombras crispadas en cama ajena,

harto de ser

un gratuito carroñero fortuito,

usurero de crimen y castigo,

o un león zahareño,

hastiado de andar hastiado de tinieblas.



Pero... al verte en faena,

a duras penas,

tembloroso,

con tus 70 tacos a cuestas,

chorreando tinta negra tus cabellos blancos,

me das escalofríos,

resfríos frugales y conyugales.

Disimulo el asco,

a mis 22 recién cumplidos,

dulce y bonita

yo, la niña decente,

la redentora,

la de los senos erectos y juveniles

que parecen desconocer la turgencia

de haber sido amados por el hombre;

yo, la luz de tus ojos,

limpio tus vómitos de borracho,

seco tus babas de fétida saliva

y conteniendo la respiración

me inclino de rodillas ante tu abultada billetera.



- La he engañado- piensas.

Sonríes con lascivia

y gozas mi vida de muchacha

a expensas de un simulado peregrinaje

en la imprudente hora del amanecer

en la que concibo virginalmente

un vástago tuyo,

lo que es admirable desde todo punto de vista,

un pequeño monstruo igual a ti,

convulso e impotente,

mientras cruzo la línea blanca que consumo obligada

en tanto nos aleja del espacio real,

y pides perdón a Eros por mi ingenuo pecado

de ambición en tiempo presente

donde los deseos se nos figuran cumplidos,

porque no habrá más futuro que tu herencia:

en cuanto consiga

el certificado del casamiento

no hará falta que repita el vía crucis.



Beso tu húmedo prepucio

con profesionalidad aséptica,

Abandono el nido como una garza real

radiante, esplendorosa.

Y cuando te vas,

arrojo con asco las sábanas al piso

en un cuarto donde la cucaracha más pequeña

es más grande que los botones

de tu sobretodo de escribano.

Obra social

Obra social 



En un remoto sitio de la imaginación
se alojan las ideas propias,
las precursoras,
las que cambiarán el mundo de raíz.
Millones de personas
las reproducen y habitan.
Cuentapalabras.
La creación verídica
asusta al más pintado.

Por eso,
cuando una idea exagerada irrumpe,
debemos suavizarla
pensando en el francés
que habló de domesticar al zorro.
Domesticar ideas no es distinto.
Significa quitarles su aire.
Amaestrarlas. Que se esfume
su vuelo vergonzoso
y la mirada poética del caos.
Hacerla callejera, predecible,
con un rasgo apenas peculiar,
innovadora,
para que aletee
original, auténtica y etérea.

He blasfemado tantas veces
contra los corruptos salteadores del camino,
tratando de corromper los sutiles caireles
de la poesía moderna.
Y sin embargo, aceptémoslo:
La transgresión tiene sus límites.

Ahora, me toca autorizar los bonos
de la Obra Social de los poetas pobres,
y sujetarme al turno,
a los saludos forzados
a la señorita que atiende;
extender la mano a los desconocidos,
y que dedos y metacarpio sonrían
para ser alguien más en el vacío,
que respeta latiguillos decadentes,
como si fuera fácil,
y nunca hubiera pasado nada,
mientras del lado opuesto del mostrador
nos espetan:
"Es lo que hay"
y a resignarse.

Pesadumbre: El gato negro


Pesadumbre: El gato negro

 

 

Si yo antes de nacer fui un gato negro

y después de parir: un pez espada;

si nadie me salvó del cataclismo

en el puerto del mar de mi suicidio;

si el viento pudo ser lo que sería

y el rayo torbellino del desierto

eléctrico y fatal de mi presencia,

pues Plauto supo ver al lobo oculto

en la fiereza humana de los muertos.

 

Si cenizas volcánicas propalan

la fruición de herejía donde yazgo;

si las furias son mástiles ingrávidos

y el dogma fiel espectro de los tiempos;

si la Tierra es la cuna del extraño

que llega de otros mundos

y nadie reconoce la batalla

de la ardua desmesura del silencio,

si heraldo y mensajero se confunden.

 

Si nadie toca el timbre de tu tacto,

si espesa es la tragedia del viajero

y nunca se acobarda el sentimiento,

si vuelvo, si no voy, si habré llegado,

si pierdo, si no estoy, si me han marcado,

la propia humanidad

del alma recogida

en la pátina cérea y desmembrada

-que acaba como el sol echando chispas-

con una sensación inexplicable

en donde la intuición se vuelve mecha

de cierta inteligencia exacerbada,

-en superlativo grado, vena u horizonte-

la mentira, el amor, la complacencia,

y no acierta al horror de su cesura

al corte del cuchillo que amenaza

la incierta  percepción del infortunio.

 

Si no entienden mi verso, si lo alaban,

si el cristal no es tan frágil ni tan ciego,

si finjo, si ofendí, si hube pecado,

si la magia es la ciencia de los pobres

y el capricho perturba en las mañanas,


encuéntrenme en la paz de la corteza

del árbol que da caldo con su savia,

 encuéntrenme  en el hielo

que desgarra cordilleras,

en el luctuoso llanto y la esmeralda

que pagué como súbdita al prelado

que en este testamento se legisla,

para acierto y facción de mi denuncia

contra la inútil vida que tenemos

contra la inútil muerte que gozamos.

 

El último censo internacional

El último censo internacional



El último censo  internacional

arrojó al 8 de diciembre del año  2011

un resultado de 6.748 poetas vivos.

Si convenimos en que cada uno de ellos

escribió (alrededor de) diez poemas

ese año,

diremos que se han gestado

en dicho lapso:

67.480 nuevas obras.



A razón de catorce versos

cada una…

(promediando en más o menos)

La cuenta necesita procesadora

mas, no es difícil:

Se echaron a rodar

944.720 versos.

Considerando que cada verso,

libre o medido,

tiene una constante

eneasilábica (no digo endecasilábica

porque pongo a cocer

juntos a alejandrinos

dáctilos, troqueos 


y heptasílabos 

continúo con la abstracción…

Considerando que cada verso,

libre o medido,

tiene una constante

eneasilábica

se han utilizado,

multiplicando el total por nueve,

para que se me entienda,

la friolera de  8.502.480 sílabas

que la lírica gastó

para socorro del amor,

del odio,

de la herida rencorosa,

de la guerra y la paz,

de las tiernas madrecitas,

de la muerte inexorable,

y un puñado de temas

-incluyendo la luna y el rock and roll-

que sobran los dedos de las manos

para enumerar.

O sea,

si tenemos 8.502.480 sílabas

asignando a razón de dos letras

por cada fonema

serán emergentes del cómputo:

17.004.960 letras.

La raíz de esa exorbitante cifra

es 4.123,707 y… período indefinido

por cuanto multiplicando

este valor

por sí mismo

nos estáde  faltando 1

-uno que no somos nosotros-

para alcanzar la auténtica perfección

aritmética

en su ritmo, aroma, forma y astucia.

Para el caso es aceptable

el redondeo.

No parece esconder una trampa

la omisión de algún dígito

en cuarto lugar de la escala

después de la coma.

Aunque siempre que hay un retaceo,

se escatima la verdad,

se manosea el verbo mayúsculo,

se ofende a las Musas

que se empeñan,

ardorosamente,

en amamantar ideales

de Amor y Belleza;

Superación,

Justicia y Libertad.

Lo básico para la supervivencia,

podríamos aventurar.



Entonces,

obtuvimos que 4.123,707

al cuadrado

son casi 17.004.960

de letras nuevas

que fueron dadas a la luz

en poesía.

Mejor dicho,

calculando que la estimación

ha sido pertinente

y no hemos errado demasiado,

en cuanto a la febril actividad

de los maestros de la pluma.

Ajam.



¿Qué más tenemos por aquí?:

que 17.004.960

sin adición, sino que divididos

por 28 letras del abecedario

nos indica

que se han repetido los signos,

-estadísticamente hablando-

607.320 veces

cada letra.



a, b, c, d, e...



Vos sabés como continúa la cuestión.

Lo diremos en criollo:

Qué exageración.

Qué guasada.

Qué suplicio más ofensivo.

¿A ningún poeta se le ocurrió

inventarse un sonido nuevo?

¿Agregarle una letrita aunque más no sea

a este alfabeto enclenque,

que va perdiendo  elles, ce haches y eñes

por todas partes?

Profecía augurada,

dado que el inglés ganó la batalla,

con culpa manifiesta

de los señores poco caballeros

y señoras poco damas

que resignaron escrúpulos

a tasa de cambio en paraísos fiscales

y acabaron

con el sueño

de la Liberación de los pueblos.



Aaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa



Cuánto dolor.

Qué gran dolor.



Mientras que ellos siguen usurpando,

desplumando,

robando

y matándose de risa

de nosotros:

Yo

(uno, una)

malverso versos

Primero:

para romper con las reglas

de presunciones simétricas

que hice al comienzo.

Segundo:

Para tirar por los suelos

mis cálculos extraños

y atajar mis peores pronósticos

de miedo.

Tercero:

Para calmar la ansiedad

de mandarlos al carajo

arrastrando a esos funcionarios por la vía pública

como presas caídas en combate

y poniéndolos a parir

en una cárcel de alta seguridad.

Cuarto:

-Last but not the least-

Para demostrar a mis futuros jefes

que soy bastante buena en matemáticas,

y que como tarde o temprano

tendré que exiliarme

de este apestoso régimen

de tiranía latinoamericana,

buscando un poco de aire fresco

-a sabiendas de que en todas partes

se cuecen habas-

me darán un empleo de contable

para asegurarle a los bancos

que sus mejores clientes:

los dictadores y demagogos,

los capos del crimen organizado,

los estafadores,

los pederastas,

las putas,

los secuestradores

y los ladrones de guante blanco,

van a estar conformes

con el servicio financiero

que se les preste.

Me pagarán un sueldo de hambre.

Es verdad.

Se resentirá mi independencia

pero seré una mileurista feliz

de no estar fregando la mugre

de los ejecutivos y emperadores

de la nobleza oligárquica

en mi país.

Lo haré directamente

en la cuna

de nuestra antiquísima civilización

rodeada de palacios, iglesias y teatros

de tradición y estirpe.



Doce horas diarias,

con derecho a vacaciones pagas,

en el cuarto compartido

del piso rentado,

durante el resto de mi vida,

y hasta con un magro aguinaldo

para gastar en las Navidades,

si los payasos de turno

no ordenan lo contrario,

agradeciendo que me amparen

como inmigrante que seré.

Tendré un empleo de escritorio.

Haré todo tipo de operaciones

comerciales,

en persona,

por teléfono,

por internet

o computadora,

al más alto interés de plaza,

con el rédito añadido, de

no tener que tocar el dinero,

que es sucio, hostil

y mancha las uñas esculpidas

con su negritud.

Total,

una es menos que uno,

solo

un período de una raíz que no entraba

en las pantallas

de la calculadora de bolsillo.

Los gerentes, chochos.

 

Hoy mismo (un poema demasiado largo)

Hoy mismo (un poema demasiado largo)







Hoy mismo.
En el día tercero de la semana cuarta,
el onceno mes del año dos mil trece D.C.,
17 horas después de la medianoche,
La Real Academia Española
anuncia en Twitter, que ha ganado
el Premio Cervantes la señora:
Elena Poniatowska.
Claro que no agrega, como informa Wikipedia
y reconoce la autora en entrevista con Cala
(CNN en español, para que aprendan los siervos
quien manda y quien obedece),
que la oculta identidad de la mexicana,
cortesana de sus Reyes y eminencias es:
Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor,
hija del príncipe Jean Joseph Evremond Sperry Poniatowski,
descendiente de la familia del rey Estanislao II Poniatowski de Polonia—
y de María de los Dolores (Paula) Amor de Yturbe.
Hoy mismo,
después de saber que la premiara
un país que amo con locura,
que me diera la lengua de mi afiebrada infancia,
un país
tan obsecuente y masónico,
reverencial a las alcurnias,
tan mediocre en su intelectualidad aburguesada,
con pretensión republicana,
pero colonialista, al fin y al cabo,
un magnífico país de paisajes soñados,
discriminante y terco,
con dogmas insensatos,
repleto de personas buenas,
altivas aunque nobles,
un país primordial,
enamorado de Argentina, mi país,
un país
que es más nuestro que el dulce de leche,
un país
al que llamamos Madre Patria,
y que nos duele ver arrodillado a otra monarquía
cuya reina se cree la Reina Isabel,
y es la Jefa de su Iglesia,
mientras su ardiente hijo quiere ser el tampón de su amada,
demostrando su lado más erótico,
de fe pasional y romanticona,
el príncipe que ansía abdicar de variables y derivadas
para vivir en armoniosa compañía
con su eterna Camila,
con sus hijos que son hijos de Diana,
la cazadora,
y sus hermosos nietos,
montando animales pura sangre,
en un grupito de islas rodeadas de continentes,
con clases sociales conspicuas y tiránicas
semejantes a castas hindúes dominantes;
como les decía,
hoy mismo,
merced a esa feliz casualidad de la vida,
descubrí que la libertad
no es potencia de pobres amañados,
ni de cultos con silla numerada
en las aristocracias plebeyas.
La libertad se llama: “No me importa”.
Leeré lo que me gusta.
Haré lo que me plazca.
Escribiré a mi modo.
La libertad se estira con la risa
que señala a los tontos del sistema
con orejas de burro
de otro “burro peruano en el Perú”
La libertad no calla ni murmura.
Se da el lujo de ser privilegiada,
por pertenecer a una estirpe de cruz roja,
con blasón de paz en los corazones;
y entiende bien por qué adulaba a Elenita
tanto necio que impone su criterio,
para bien de los consumidores
y beneficio rentable de sus negocios empresariales.
Hoy mismo,
está a la vista,
he renacido con palabras.
El mundo se refleja en mi ventana.
Las nubes blancas se agitan revolucionarias,
como si estuviera a punto de llover
y, sin embargo, sale el sol con nuevos bríos,
para tostar la piel de los enemigos de Palacio.
Los Borbones me adoran.
Merci beaucoup.
Los rabinos apuestan a mi favor y en contra,
festejando cualquiera sea el resultado de la taba.
El Vaticano tiembla.
Las sectas y las mafias están sudando tinta
en legajos amortizados y expedientes secretos.
Francisco es argentino y jesuita.
O lo que es igual de opuesto por el vértice.
La máquina de Dios desacelera:
Quien quiera podrá ser, hoy mismo,
dueño del Futuro en el Pasado.








Avellaneda, 19-11-2013

 

Cartapacios


Cartapacios

 

 

Estamos hechos de tiempo y somos fosforitos
Igual que madreselvas al borde del camino,
Como colgados vivimos en el absurdo espacio
procurando elipses comerciales de fenicios
en ciudades guardapolvos, en los desperdicios,
buscando cartapacios, entre matas de mitos.

Leyenda del existir, parábola de moda.
Creencia del ayer, futuro que se exhuma
en banquetes de un funeral que se perfuma
de exóticas esencias aromadas de boda,
sintiendo que la muerte temprana es inhumana,
si se trata de olvidarnos de nuestro yo, en ritos.


Parécenos la tarde, como una encrucijada
Añoramos la noche en cualquier regazo amante,
y vamos encontrando pájaros en bandada.

Relictos por los vientos, perdidos como guantes
en un jardín de infantes, ya sucios y harapientos
rememorando el día que es peor que la andanada.
---
 

Otra forma de escribirte


Otra forma de escribirte



Esta carta
repleta de tristezas
la dejo en el umbral de tu esqueleto.
Respondela
en el paso de una nube
en volutas de humo
o en mis córneas.

"Muchachos, me ha llegado esto"
deciles 
y burlate a hurtadillas de los cursis,
No involucres al Dios
en tus manías de Reina de los Hados.
Me avergüenza.

No te pido que emitas comentarios,
ni que apagues mi sed por tus palabras,
simplemente que sepas que hay peligro
en este ciclo de espasmo imaginario,
que hay alguien que te acecha en la espesura
de un orden sin poder ni redenciones.

Instantes que circulan por la red
de apócrifos poetas bizantinos
me mueven a escribir ciertos poemas
del pánico
a la hora de la siesta.

Elegí para mí este rinconcito
sin luz pública,
sin alas en la lengua,
modestia aparte, amor, yo te he elegido.
 

Siempre supe apreciar
qué es la belleza
oculta en listas o etiquetas negras,
ardiendo en las penumbras de mi cuarto
de último escolar sexagenario,
a punto de perder la fe en la vida
que no existe afuera de ese mundo
con la atroz idea de sentirte lejos.

Fotografío aquí mis escaleras
con macetas de albahaca en las tertulias,
dirimiendo cuestiones de política interna
que arremeto
encendiendo pasión en perdigones.

Has fundado el imperio de la espera,
con esta negativa que aún otorgas.
Destartalas mi inevitable angustia
con tus dedos deshechos por el fuego.

Y estás acicalado en una tumba,
una tumba cualquiera
en cementerios
que ocupan tanto espacio en los pasquines.
La muerte
ha sido democratizada
por los hombres de negro.

Se mueren los amores y las novias;
se mueren los poetas y el olvido.

Deus ex machina

Deus ex machina 

 

Tenemos que empezar de cero:
La eme con la a MA.
La pe con la a PA.

MA+ MA: MAMA, con acento MAMÁ.
PA + PA:  PAPA, con acento PAPÁ.

Deus ex machina, nosotros también. 

 

Los unos y los otros (Seis poemas en prosa)

6 poemas en prosa

El otro, el uno 


El otro, hombre o mujer, siempre muerto, obedece las órdenes y cumple sus deberes y mandatos. El uno, que era yo, su ángel de la guarda, no actuó de modo inocente. Antes de que aquel pudiera comprender el crimen que  cometiera, ahogó su libertad y la vistió de negro. 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, es el salvador de la humanidad. Cuando quiero resucitarlo cambio su copa divina por una cruz y lo elijo como excusa.  


El suicida

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, amenaza con suicidarse. Su contradicción teje la red de tráfico por el que pululan las arañas fracasadas y los héroes desnudos. 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, está vivo en el secreto de unas cartas de amor, encontradas por casualidad en una biblioteca desdeñada de una casa que ya no existe sino en fotos color sepia del pasado remoto.

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, se manifiesta desde el principio en un bello fantasma, en una rosa deshojada o en una claridad final que vino a intimar con nuestra melancolía. 


Los inmortales 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, tiempo y circunstancia, pasión y odio, es inmortal como el del nombre de la vocal que desconozco. 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, trae una noticia oscura. El otro, hombre o mujer, es el mensajero que contempla asombrado la alegría  y con su noche cerrada baña el río y nos anuncia la sombra.

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, está a la vuelta de la esquina, contando cuentos, haciendo bromas, cosechando frutas de dorado dulzor en la pradera u hongos venenosos al pie de la montaña.


El acoso 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, de pronto se convierte en cisne para perseguir a Leda y cortejarla. 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, siempre herido, siempre feliz, siempre atormentado, nos acorrala con su usura como un banquero tenaz. 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, muertito, solo es un eslabón de la cadena que no sabemos dónde termina.


Significados

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, viaja en un barco con su propio más allá, a cuestas sobre el lomo, sumido en ardua resistencia a renacer, sin despertarse de la incertidumbre, amiga de ruinas y de mundos en pugna. El otro, en una larga despedida de ti, detenida en el último verso, te mira con la pena del tacto ausente, en el caos de un retorno inservible y una identidad estéril que apenas cabe en el monosílabo que deberás aprender a resignificar, cuando llegue tu hora.


Justamente 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, el del laberinto, el del espejo, el del ajedrez del señor Borges, el del conejo de la señorita Alicia, el de las defunciones con preciosísimos relojes, el del movimiento continuo del lenguaje y la aritmética, demanda al fotógrafo una explicación sobre ¿por qué morir es necesario?


El otro, hombre o mujer, siempre muerto, post mortem, premuerto, el que nunca falla, porque tanto te quiere dentro de su altitud espiritual, oferta su visión y responde: “Justamente”. 

viernes, 3 de diciembre de 2021

Los unos y los otros -cuentos

LOS UNOS Y LOS OTROS

 

El otro, el uno

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, obedece las órdenes y cumple sus deberes y mandatos. El uno, que era yo, su ángel de la guarda, no actuó de modo inocente. Antes de que aquel pudiera comprender el crimen que  cometiera, ahogó su libertad y la vistió de negro.

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, es el salvador de la humanidad. Cuando quiero resucitarlo cambio su copa divina por una cruz y lo elijo como excusa. 

 

El suicida

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, amenaza con suicidarse. Su contradicción teje la red de tráfico por el que pululan las arañas fracasadas y los héroes desnudos.

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, está vivo en el secreto de unas cartas de amor, encontradas por casualidad en una biblioteca desdeñada de una casa que ya no existe sino en fotos color sepia del pasado remoto.

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, se manifiesta desde el principio en un bello fantasma, en una rosa deshojada o en una claridad final que vino a intimar con nuestra melancolía.

 

Los inmortales

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, tiempo y circunstancia, pasión y odio, es inmortal como el del nombre de la vocal que desconozco.

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, trae una noticia oscura. El otro, hombre o mujer, es el mensajero que contempla asombrado la alegría  y con su noche cerrada baña el río y nos anuncia la sombra.

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, está a la vuelta de la esquina, contando cuentos, haciendo bromas, cosechando frutas de dorado dulzor en la pradera u hongos venenosos al pie de la montaña.

 

El acoso

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, de pronto se convierte en cisne para perseguir a Leda y cortejarla.

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, siempre herido, siempre feliz, siempre atormentado, nos acorrala con su usura como un banquero tenaz.

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, muertito, solo es un eslabón de la cadena que no sabemos dónde termina.

 

Significados

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, viaja en un barco con su propio más allá, a cuestas sobre el lomo, sumido en ardua resistencia a renacer, sin despertarse de la incertidumbre, amiga de ruinas y de mundos en pugna. El otro, en una larga despedida de ti, detenida en el último verso, te mira con la pena del tacto ausente, en el caos de un retorno inservible y una identidad estéril que apenas cabe en el monosílabo que deberás aprender a resignificar, cuando llegue tu hora.

 

Justamente

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, el del laberinto, el del espejo, el del ajedrez del señor Borges, el del conejo de la señorita Alicia, el de las defunciones con preciosísimos relojes, el del movimiento continuo del lenguaje y la aritmética, demanda al fotógrafo una explicación sobre ¿por qué morir es necesario?

 

 

El otro, hombre o mujer, siempre muerto, post mortem, premuerto, el que nunca falla, porque tanto te quiere dentro de su altitud espiritual, oferta su visión y responde: “Justamente”.

 

 

echando putas /a toda hostia

 

echando putas / a toda hostia

 


Nosotros decimos
                                   Ustedes
Ustedes dicen
                                   Vosotros
Nosotros decimos
                                  Hacerse la rata
Ustedes dicen
                                  Hacer novillos
Nosotros decimos
                                  Coger
Ustedes dicen
                                  Follar
Nosotros decimos
                                  Cagar aceite o cagar fuego 
Ustedes dicen
                                  Cagando leches
Nosotros decimos
                                   Echando putas
Ustedes dicen
                                   A toda hostia                                                                   



                                   Aunque en otros sitios digan a todo chancho  apretar cachetes

los hispanoparlantes nos entendemos  bastante bien cuando transamos, atracamos, nos magreamos 

o echamos mano, es decir, por no decir que hacemos el amor en nuestro propio idioma.

Reincidencias

Reincidencias 

 

                                                                                      A Pappo


Estas son los culos
que cotizan en bolsa:
firmes y levantados,
pagan con placer sensual
las deshoras de la Historia.
Estas son las panzas
que cotizan en bolsa,
groseramente alimentadas,
por compradores de salud en cuotas,
con saco y corbata,
expediente en mano.
Estas son las filas de los desocupados
que cotizan en bolsa:
piquete, pecho y revólver,
donde crece la desilusión
que da pasto a la infamia.
Esta hilera es la fila de todos
los que llevan sus manos descalzas,
al verdadero Ministerio de la Injusticia,
-los delincuentes están fuera
del aire condicionado de Tribunal-.
Criollos, paraguayos,
coreanos con camisetas de Amsterdam,
tailandeses, karatekas,
orientales del otro lado del charco,
aguardan en los pasillos.
Estos son los hombres
que acarrean en su bolso de cuero verde
a otros hombres que llenarán formularios
para obtener un número.
Estos son los que no necesitan número,
que los lleve a la silla de espera
con otros muchos protagonistas
del talonario del almacén.
Estas son las orejas del Banco Ciudad,
que están regenteando satisfechas
los timbrados del pánico.
“En la madrugada se mató Pappo”
dice el canal de tevé amarillista,
pero Pappo está tendido
con sus brazos ensangrentados.
Esta vez es cierto:
En la madrugada se mató Pappo.
Señores: Preparen sus dedos,
que la tinta tiene hambre.
Vamos a requisar la culpabilidad
de los inocentes.
Estas son las mañanitas
de la calle Tucumán,
casi 9 de Julio y Teatro Colón.
“Viva la Patria
aunque yo perezca.”
“Esta madrugada se mató Pappo”-
Apellido y nombre:
Napolitano Norberto.
Apellido y nombre, dije:
Responder en letras de imprenta.
Certificado de antecedentes penales.
Pida permiso para ser pobre
con dos testigos,
si no puede pagar el sellado.
Diríjase al Juez de Turno.
-Lo mismo que
en caso de accidente automovilístico
aunque el que muera sea el blues-
“Detrás de la línea, por favor.”
“Espere ser llamado”
¿Cómo debería decir:
“espere ser llamado” o
“espere a ser llamado”.
No persigo ser llamada por la muerte.
Pappo no habría querido.
Tampoco pretendo ser solo un llamado
de un teléfono que está roto.
Apuesto a que está roto,
porque de lo contrario,
me atenderías alguna vez.
¿Quién sigue?
Quinientos veintinueve.
Falta tanto todavía.
Una mujer se quita los zapatos,
le arden los pies.
Un bebé llora en brazos
de otra señora con remera rosa,
cartera rosa, lazo de pelo rosa,
aros de plata ¡con una estrella rosa!
Su tez morena, su aliño obsesivo
la delatan:
es argentina, falsa rubia,
como las que he visto de lejos en Miami,
aunque no necesitáramos visa,
ni trámites, en ese entonces,
no me equivocaría jamás.
Pappo ha muerto.
Quinientos cincuenta y cinco,
-¿capicúa de la suerte?-
¿Cuánto falta todavía para salir
de este agujero de nervios contenidos?
Algunos jóvenes lucen tatuajes
de tinta azul,
como la de la lapicera con que tatúo
este cuaderno de apuntes.
“Prohibido el uso de celulares.”
¿Me estarás llamando ahora
o seguirá descompuesto tu teléfono?
Seiscientos uno... dos...
-ya estoy cerca de la salida-
tres, -menos mal que falta poco-
cuatro... cinco...
Pero Pappo está muerto
y no habrá reincidencias.
Sin remedio.
Sin miedo.
Ha llegado mi turno.

CIERRE DEL BLOG PREMIO CONSUELO

Cierre del blog Premio Consuelo   (reloaded and revisited) Rebonus truck and track   Buenos/Buenas:   Alienarse, listo y ya… ...